Pajareando En Venezuela: Comenzando a Observar Aves desde tu entorno diario.

Cuando nos adentramos en el mundo de la observación de aves, nos imaginamos hemos de ir a lugares lejanos, apartados y de difícil acceso, para lograr ver maravillosas especies. Esto aunque lógico, no es del todo cierto, ya que lo ideal es poder ir reconociendo las aves de nuestro entorno. Por ejemplo, yo comencé con mi ida al Avethon, en Caracas en el Parque del este, el cual nos da maravillosas sorpresas, sobre todo para ir reconociendo las aves mas comunes de las ciudades. Luego cuando estaba en Valencia, no me era fácil dada mis actividades poder estar yendo a pajarear a sitios nuevos, así que desde mi ventana descubrí un mundo maravilloso que cambiaba según la época del año. Yo vivo en Plena Ciudad de Valencia, relativamente cerca del Dique de Guataparo, detrás de una pequeña quebrada, que da vida a una linea de arbustos y arboles que sirven de albergue a una numerosa variedad de aves, las cuales he ido registrando a lo largo de estos años. Sobre todo aquellas que llegan al gran árbol que veo desde mi ventana del 5to. piso de mi edificio, es un Árbol de la Lluvia, o Carocaro, Enterolobium cyclocarpum el cual esta bastante cerca, y he podido conocer en cada estadío, cuando se seca y va perdiendo todas las hojas, cuando le brota el fruto con las semillas marrones que parecen orejas negras, cuando florea y se llena de insectos, que a su vez atraen las aves, cuando bota todas los frutos llenos de semillas y retoñan las hojas. En cada etapa de estas aprecio distintas aves, cuando no tiene hojas y esta desnudo quedan expuestas, pero ¡cuando esta tupido cuesta mas verlas!.

El hecho de ir registrando de forma constante y paulatina un determinado lugar, hace que cada día que nos llevemos bellas sorpresas, como el día en que cayo un pichón de Caricare Sabanero en el árbol y todos los pajaritos del lugar se acercaron a espantarlo, Colibríes, Cristofues, Pavitas, Azulejos, Pitirres, Palomas, Gonzalitos, Canarios de Tejado, Tangaras Monjitas, todos lo ahuyentaban piando y picoteándolo, sorprendida y maravillada quedé, pues ¡al fin se fue del lugar el intruso! La constancia en la observación me hizo tener un registro fotográfico de casi todas las especies que he observado en el, las cuales iré agregando a esta entrada. hoy les comparto algunas de ellas.